El arte del aserrado

La flor y nata de la fibra nace
solo de un corte magistral.

Con la madera, ocurre exactamente lo que sucede con las piedras preciosas. Una misma materia prima puede adquirir un valor incomparablemente mayor si se corta a la perfección. Solo unos ojos y unas manos expertos pueden transformar un diamante en bruto en una gema de joyería. Para ello, hay que conocer íntimamente la estructura cristalina de la materia y respetar sus geometrías. Para el corte de la madera, se trata igualmente de conocer sus direcciones anatómicas y respetar la tendencia de las fibras.


El aserrado es una operación delicada que requiere experiencia y dedicación, para después regalar un resultado único. No todo el mundo sabe que a través de un corte magistral se puede obtener de un mismo tronco una madera más bella y doblemente estable. Algo que no se les escapa a quienes construyen barricas para el envejecimiento de los grandes vinos, o extraordinarios violines. Y Listone Giordano sabe bien esto.


TÉCNICAS DE CORTE

MADERA CORTADA EN HOJAS

La madera utilizada más comúnmente para realizar la capa a vista de un parquet, es el resultado de un trabajo de corte del tronco mediante aserrado. De hecho, esta técnica permite obtener elementos con un espesor incluso importante sin crear tensiones internas o alterar las prestaciones mecánicas del material. Para la construcción de productos específicos, caracterizado por geometrías particulares y una configuración en planchas bidimensionales, pueden emplearse de forma útil revestimientos de madera cortada en hojas. Se trata también de la técnica más indicada cuando se busca sobre todo uniformidad y pureza estética y, por ello, típicamente utilizada por la industria del mueble de diseño. Para proteger la integridad mecánica de la madera, esta aplicación está vinculada al respeto de determinados límites en los espesores.


LOS CHASPES. LA SEÑAL ARMÓNICA.

En determinadas maderas, como el roble, algunas lamas pueden mostrar estrías opalescentes. Suelen definirse «espejuelo». Son la señal distintiva, el sello de calidad, de cada sección perfectamente radial, esto es, que pasa por el centro del tronco, donde el corte roza las cintas medulares. La veta se caracteriza por la típica tendencia rayada y las características de la madera encuentran aquí puntos de absoluta excelencia: máxima estabilidad dimensional, máxima impermeabilidad, máximo rendimiento mecánico axial gracias a la continuidad regular de las fibras. Por ello, también merece el nombre de flor y la nata del corte. Son elementos raros y preciados: los únicos admitidos para construir barricas destinadas al envejecimiento de los vinos, o en la fabricación le superficies armónicas de los mejores violines.